viernes, 20 de noviembre de 2015

Paz...paz


A nuestro interior muchas veces le arrebatamos la paz, por diversas causas, unas externas y otras porque tenemos luchas internas, como dice San Pablo “hacemos lo que no queremos”
La paz ante todo la adquirimos del trato con el Señor Jesús, en los Sacramentos, sobre todo en la Eucaristía y en la confesión.
Diversos santos nos han dejado escritos sobre la paz y San Josemaría Escrivá nos regaló 12 consejos para adquirir la paz, sobre todo interior.
Rescato a manera de rápido, la confianza plena en Dios y su voluntad así como el trato con la Santísima Virgen María.

12 consejos para conseguir la paz


1 Santa María es —así la invoca la Iglesia— la Reina de la paz. Por eso, cuando se alborota tu alma, el ambiente familiar o el profesional, la convivencia en la sociedad o entre los pueblos, no ceses de aclamarla con ese título: «Regina pacis, ora pro nobis!» —Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! ¿Has probado, al menos, cuando pierdes la tranquilidad?... —Te sorprenderás de su inmediata eficacia. Surco, 874

2 Fomenta, en tu alma y en tu corazón —en tu inteligencia y en tu querer—, el espíritu de confianza y de abandono en la amorosa Voluntad del Padre celestial... —De ahí nace la paz interior que ansías. Surco, 850

3 Un remedio contra esas inquietudes tuyas: tener paciencia, rectitud de intención, y mirar las cosas con perspectiva sobrenatural. Surco, 853

4 Aleja enseguida de ti — ¡si Dios está contigo!— el temor y la perturbación de espíritu...: evita de raíz esas reacciones, pues sólo sirven para multiplicar las tentaciones y acrecentar el peligro. Surco, 854

5 Aunque todo se hunda y se acabe, aunque los acontecimientos sucedan al revés de lo previsto, con tremenda adversidad, nada se gana turbándose. Además, recuerda la oración confiada del profeta: “el Señor es nuestro Juez, el Señor es nuestro Legislador, el Señor es nuestro Rey; Él es quien nos ha de salvar”.
—Rézala devotamente, a diario, para acomodar tu conducta a los designios de la Providencia, que nos gobierna para nuestro bien. Surco, 855

6 Si —por tener fija la mirada en Dios— sabes mantenerte sereno ante las preocupaciones, si aprendes a olvidar las pequeñeces, los rencores y las envidias, te ahorrarás la pérdida de muchas energías, que te hacen falta para trabajar con eficacia, en servicio de los hombres. Surco, 856

7 Cuando te abandones de verdad en el Señor, aprenderás a contentarte con lo que venga, y a no perder la serenidad, si las tareas —a pesar de haber puesto todo tu empeño y los medios oportunos— no salen a tu gusto... Porque habrán “salido” como le conviene a Dios que salgan. Surco, 860

8 Cuando se está a oscuras, cegada e inquieta el alma, hemos de acudir, como Bartimeo, a la Luz. Repite, grita, insiste con más fuerza, «Domine, ut videam!» — ¡Señor, que vea!... Y se hará el día para tus ojos, y podrás gozar con la luminaria que El te concederá. Surco, 862

9 Lucha contra las asperezas de tu carácter, contra tus egoísmos, contra tu comodidad, contra tus antipatías... Además de que hemos de ser corredentores, el premio que recibirás —piénsalo bien— guardará relación directísima con la siembra que hayas hecho. Surco, 863

10 Tarea del cristiano: ahogar el mal en abundancia de bien. No se trata de campañas negativas, ni de ser anti nada. Al contrario: vivir de afirmación, llenos de optimismo, con juventud, alegría y paz; ver con comprensión a todos: a los que siguen a Cristo y a los que le abandonan o no le conocen.
—Pero comprensión no significa abstencionismo, ni indiferencia, sino actividad. Surco, 864

11 Por caridad cristiana y por elegancia humana, debes esforzarte en no crear un abismo con nadie..., en dejar siempre una salida al prójimo, para que no se aleje aún más de la Verdad. Surco, 865


12 Paradoja: desde que me decidí a seguir el consejo del Salmo: “arroja sobre el Señor tus preocupaciones, y El te sostendrá”, cada día tengo menos preocupaciones en la cabeza... Y a la vez, con el trabajo oportuno, se resuelve todo, ¡con más claridad! Surco, 873

domingo, 4 de octubre de 2015

6 ANIVERSARIO DEL BLOG



¡¡¡GRACIAS SEÑOR POR ESTOS 6 AÑOS QUE HAS PERMITIDO QUE ESTE BLOG SIGA!!!

¡¡¡NO TENGO CON QUE AGRADECERTE TANTO AMOR!!!

     ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?

     ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
     ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
     que a mi puerta cubierto de rocío
     pasas las noches del invierno escuras?

     ¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,
     pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
     si de mi ingratitud el hielo frío
     secó las llagas de tus plantas puras!

     ¡Cuántas veces el Ángel me decía:
     «Alma, asómate agora a la ventana,
     verás con cuánto amor llamar porfía»!

     ¡Y cuántas, hermosura soberana,
     «Mañana le abriremos», respondía,
     para lo mismo responder mañana!

Autor: Lope de Vega 

 MADRE SANTA.


jueves, 17 de septiembre de 2015

Felicidad.



7 Condiciones para adquirir la FELICIDAD COMPLETA.

         1. Una vida que ponga fin a la muerte.

         2. Una juventud no seguida de vejez.

         3. Una luz que no dejé de brillar.

         4. Una alegría jamás turbada por la tristeza.

         5. Una paz no expuesta a turbaciones, guerras, etc.

         6. Una voluntad que no experimenta obstáculos invencibles.

         7. Un Reino que no pueda perderse.

         San Beda el Venerable.

               Fuente: "El Cielo" Rodríguez Sinecio Pbro. Pág 13.

La felicidad total existe. No es una utopía ni falsa ilusión, fantasía o sueño.
La felicidad no es algo ES ALGUIEN. ÉL SALE PRIMERO A ENCONTRARTE, ACÉPTALO.


domingo, 6 de septiembre de 2015

México, creo en ti.



México, creo en ti,
Como en el vértice de un juramento.
Tú hueles a tragedia, tierra mía,
Y sin embargo, ríes demasiado,
A caso porque sabes que la risa
Es la envoltura de un dolor callado.

México, creo en ti,
Sin que te represente en una forma
Porque te llevo dentro, sin que sepa
Lo que tú eres en mí; pero presiento
Que mucho te pareces a mi alma
Que sé que existe pero no la veo.

México, creo en ti,
En el vuelo sutil de tus canciones
Que nacen porque sí, en la plegaria
Que yo aprendí para llamarte Patria,
Algo que es mío en mí como tu sombra
Que se tiende con vida sobre el mapa.

México, creo en ti,
En forma tal, que tienes de mi amada
La promesa y el beso que son míos.
Sin que sepa por qué se me entregaron;
No sé si por ser bueno o por ser malo,
O porque del perdón nazca el milagro.

México, creo en ti,
Sin preocuparme el oro de tu entraña;
Es bastante la vida de tu barro
Que refresca lo claro de las aguas,
En el jarro que llora por los poros,
La opresión de la carne de tu raza.

México, creo en ti,
Porque creyendo te me vuelves ansia
Y castidad y celo y esperanza.
Si yo conozco el cielo es por tu cielo,
Si conozco el dolor es por tus lágrimas
Que están en mí aprendiendo a ser lloradas.

México, creo en ti,
En tus cosechas de milagrería
Que sólo son deseo en las palabras.
Te contagias de auroras que te cantas.
¡Y todo el bosque se te vuelve carne!
¡Y todo el hombre se te vuelve selva!

México, creo en ti,
Porque escribes tu nombre con la X
Que algo tiene de cruz y de calvario:
Porque el águila brava de tu escudo
Se divierte jugando a los "volados:
Con la vida y, a veces, con la muerte.

México, creo en ti,
Como creo en los clavos que te sangran:
En las espinas que hay en tu corona,
Y en el mar que te aprieta la cintura
Para que tomes en la forma humana
Hechura de sirena en las espumas.

México, creo en ti,
Porque si no creyera que eres mío
El propio corazón me lo gritara,
Y te arrebataría con mis brazos
A todo intento de volverte ajeno,
¡Sintiendo que a mí mismo me salvaba!

México, creo en ti,
Porque eres el alto de mi marcha
Y el punto de partida de mi impulso
¡Mi credo, Patria, tiene que ser tuyo,
Como la voz que salva
Y como el ancla...!

Autor: Ricardo López


miércoles, 19 de agosto de 2015

¡Dispara al Corazón!



Cuando le hablas a ese hombre que no conoce a Dios, que no sabe de Su Amor, mientras cavilas y temes no ser digno de semejante tarea, no dudes, tensa tu arco y con mano firme ¡dispara al corazón!

Cuando la vida te enfrenta a momentos de gran confusión, donde los caminos se abren frente a ti y se multiplican como en un salón de espejos, no temas, abre tu mirada a la distancia, mira a tu interior, y con sereno pulso ¡dispara al Corazón!

Cuando los que más quieres te fallan, te hunden en tu silla como si fueras un ser imposibilitado de ver más allá de las puertas que se cierran frente a ti, no te pierdas en la desesperación y el abandono de ti mismo, levanta la mirada y ¡dispara al Corazón!

Cuando el amor no llega a tu vida, cuando la luz del cariño se escurre por pasillos donde no la puedes buscar, torna tu mirada a las sombras y con gran decisión, ¡dispara al Corazón!

Cuando quieras hablar con Jesús sobre tus más profundas necesidades, sobre aquello que vibra en tu pecho y clama por un instante de sosiego, haz un alto en tu vida, alza la voz y con grito firme ¡dispara al Corazón!

Cuando no sabes qué es lo que Dios espera de ti, y El se esconde y hace de tu vida un barco sin rumbo, pon tu mirada en Su Mirada y elevando tus brazos al cielo, ¡dispara al Corazón!

Porque cuando nuestro rostro se ilumina con una mirada de niño, nuestros labios derraman palabras de amor que alcanzan el Corazón de Jesús y lo hacen quebrarse de ternura, lo derrumban a pesar de Su Divinidad y Realeza.

Y es porque en el Corazón de Dios están todas las soluciones, las promesas, los consuelos y la esperanza. Allí se esconde un tesoro tan extraordinario que ni siquiera en nuestros sueños más profundos lo podríamos imaginar.

Nuestros gestos de amor son disparos al Corazón de Jesús, porque lo hacen detenerse y mirarnos como un Dios derrotado. Dulce derrota, donde Él se refugia para admirar las maravillas de las que un corazón amante es capaz. Su derrota es el triunfo de la Criatura que El mismo imaginó, que vencedora en su propia naturaleza, se hace semejante a su Creador. Nuestro Dios, vencido por amor, se hace Niño y nos entrega aquello que guarda como un Preciado Tesoro, Su Corazón.

Si, dispara al Corazón de Jesús, y dispara al corazón de tus hermanos, hazlos caer vencidos por el amor que todo lo vence. Que tus palabras certeras se dirijan a aquel punto que nadie puede resistir, centro y motor de nuestra semejanza con Quien nos creó, el corazón del hombre.


Autor: Oscar Schmidt

domingo, 26 de julio de 2015

Pureza en vuelo


               María, pureza en vuelo,
               Virgen de vírgenes, danos
               la gracia de ser humanos
               sin olvidarnos del cielo.

               Enséñanos a vivir,
               ayúdenos tu oración,
               danos en la tentación
               la gracia de resistir.

               Honor a la Trinidad
               por esta limpia victoria,
               y gloria por esta gloria
               que alegra la cristiandad. 

               Amén.

Fuente: Himno de Liturgia de las Horas, Santa María en sábado.

viernes, 26 de junio de 2015

Te quiero amar



                Quiero amar tu corazón,
                Jesús mío, con delirio,
                quiero amarte con pasión,
                quiero amarte hasta el martirio.

                Con el alma te bendigo,
                mi sagrado corazón.
                Dime: ¿se llega el instante
                de feliz y eterna unión?

                Tiéndeme, Jesús, los brazos,
                pues tu “pequeñito soy”;
                de ellos, al seguro amparo,
                a donde lo ordenes, voy.

                Al amparo de mi Madre
                y de su cuenta corriendo
                yo, su “pequeño” del alma,
                vuelo a sus brazos sonriendo.


                Un padre que espera a sus hijos todos allá en el Cielo.
Autor: San José María Robles Hurtado.



San José María Robles Hurtado
Fiesta 26 de Juio

Nació en Mascota, Jal. (Diócesis de Tepic), el 3 de mayo de 1888. Párroco de Tecolotlán, Jal. y fundador de la Congregación religiosa Hermanas del Corazón de Jesús Sacramentado. Ferviente apóstol de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, escribió pequeñas obras para propagarla. Poco antes de ser ejecutado, escribió en la poesía anterior sus últimos anhelos

En la sierra de Quila, Jal. (Diócesis de Autlán), fue colgado de un roble el 26 de junio de 1927.

jueves, 11 de junio de 2015

Oración al Corazón de Jesús.



ORACIÓN EXPIATORIA
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Dulcísimo Jesús, cuya caridad derramada sobre los hombres se paga tan ingratamente con el olvido, el desdén y el desprecio, míranos aquí postrados ante tu altar. Queremos reparar con especiales manifestaciones de honor tan indigna frialdad y las injurias con las que en todas partes es herido por los hombres tu amoroso Corazón.

Recordando, sin embargo, que también nosotros nos hemos manchado tantas veces con el mal, y sintiendo ahora vivísimo dolor, imploramos ante todo tu misericordia para nosotros, dispuestos a reparar con voluntaria expiación no sólo los pecados que cometimos nosotros mismos, sino también los de aquellos que, perdidos y alejados del camino de la salud, rehúsan seguirte como pastor y guía, obstinándose en su infidelidad, y han sacudido el yugo suavísimo de tu ley, pisoteando las promesas del bautismo.

Al mismo tiempo que queremos expiar todo el cúmulo de tan deplorables crímenes, nos proponemos reparar cada uno de ellos en particular: la inmodestia y las torpezas de la vida y del vestido, las insidias que la corrupción tiende a las almas inocentes, la profanación de los días festivos, las miserables injurias dirigidas contra ti y contra tus santos, los insultos lanzados contra tu Vicario y el orden sacerdotal, las negligencias y los horribles sacrilegios con que se profana el mismo Sacramento del amor divino y, en fin, las culpas públicas de las naciones que menosprecian los derechos y el magisterio de la Iglesia por ti fundada.

¡Ojalá que podamos nosotros lavar con nuestra sangre estos crímenes! Entre tanto, como reparación del honor divino conculcado, te presentamos, acompañándola con las expiaciones de tu Madre la Virgen, de todos los santos y de los fieles piadosos, aquella satisfacción que tú mismo ofreciste un día en la cruz al Padre, y que renuevas todos los días en los altares. Te prometemos con todo el corazón compensar en cuanto esté de nuestra parte, y con el auxilio de tu gracia, los pecados cometidos por nosotros y por los demás: la indiferencia a tan grande amor con la firmeza de la fe, la inocencia de la vida, la observancia perfecta de la ley evangélica, especialmente de la caridad, e impedir además con todas nuestras fuerzas las injurias contra ti, y atraer a cuantos podamos a tu seguimiento. Acepta, te rogamos, benignísimo Jesús, por intercesión de la Bienaventurada Virgen María Reparadora, el voluntario ofrecimiento de expiación; y con el gran don de la perseverancia, consérvanos fidelísimos hasta la muerte en el culto y servicio a ti, para que lleguemos todos un día a la patria donde tú con el Padre y con el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


Autor: SUMO PONTÍFICE PÍO XI 8 de mayo de 1928

FUENTE: CARTA ENCÍCLICA MISERENTISSIMUS REDEMPTOR  DEL SUMO PONTÍFICE PÍO XI SOBRE LA EXPIACIÓN QUE TODOS DEBEN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


jueves, 21 de mayo de 2015

FUNDIDOS EN EL CORAZÓN.


Déjame fundir mi historia en tu Corazón
con toda su carga de debilidad,
y entregar a tu misericordia lo que tu amor dejó atrás.

Déjame fundir mis ojos en tu Corazón
hasta mirar reconciliado mi propia realidad.
Déjame fundir mis oídos en tu Corazón
hasta escuchar lo que jamás imaginaron
que podías y querías pronunciar:
“Yo te perdono; quédate en paz”.

Déjame fundir mi boca en tu Corazón
hasta aprender en el silencio a decir: “papá”.
Déjame fundir mi rostro en tu Corazón,
hasta encontrar del niño aquel asombro
con que un día me acercaba hasta tu altar.

Y si ves que a las puertas de fundirme,
mi miedo me detiene y te dice: “¡Basta ya!”,
que tu mano en mi cabeza, me responda:
“Tan sólo, déjate amar”.


Javier Albisu s.j

martes, 19 de mayo de 2015

PRESTAME MADRE



          Préstame Madre tus ojos para con ellos mirar
          Pues si con ellos miro no volveré a pecar.
          Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar,
          Pues si con ellos rezo el Padre me ha de escuchar.
          Préstame Madre tu lengua para poder comulgar
          Pues tu lengua materna es de amor y santidad.
          Préstame Madre tus brazos para poder trabajar,
          Pues así el trabajo rendirá una y mil veces más.
          Préstame Madre tu manto para cubrir mi maldad, 
          Pues cubierto con tu manto al cielo he de llegar.
          Préstame Madre a tu Hijo para poderlo adorar,
          Pues si tú me das a Jesús, ¿Qué otra cosa puedo desear?
          Y esa será mi dicha por toda la eternidad.
Amén

sábado, 25 de abril de 2015

Católicos no agradables.


No solo en el Islam persiguen a los cristianos, también existen otros regímenes para los cuales ser cristiano y más católico es una de las peores incomodidades.
Por favor lee este testimonio completo.
¿Cómo acaba un sacerdote mexicano preso en un calabozo en La Habana?
Bueno, la historia empieza con unas misiones que organizaba con unos cuantos chavales. Por una serie de sucesos, acabamos ayudando a organizar la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba en 2012. A partir de esa visita, conocí al obispo de La Habana, que me propuso la idea de organizar unas misiones como las que había hecho en México pero allí en Cuba.
Y por eso cogió el avión…
Claro. Mi objetivo en aquel viaje era encontrarme con el obispo, que me llevaría a visitar algunas ciudades del país para preparar esas misiones. Ocurre que en Cuba un sacerdote no pasa desapercibido, para mal. De hecho, hasta diciembre del año pasado, que son las últimas noticias que tengo, los curas no podían celebrar más que una misa a la semana, en el día y la hora fijados por el Gobierno cubano. En caso de incumplimiento, acaban como yo, en la cárcel.
Pero a usted no le metieron allí por celebrar misa, ¿no?
No, a mí me metieron allí al llegar al aeropuerto, sin decirme el porqué ni nada, aunque luego supe que ya habían pinchado las conversaciones con el obispo que había tenido en México. Cuando aterricé en La Habana, al ir a coger mi maleta, se me acercaron dos guardias. “¿Luis Miguel García?”, me preguntaron. Y claro, yo les dije que sí, que era yo. Como iba ya prevenido, no llevaba puesta la sotana, sino ropa de calle, normal, pero aún así me cogieron las maletas y me llevaron al calabozo de la comisaría.
¿Cómo era?
Estaba lleno de gente que daba miedo. Yo entré allí totalmente desorientado y me senté como pude en uno de los bancos. Estábamos en la celda todos apelotonados, y el lavabo estaba allí en medio mismo. Recuerdo que se me acercó uno y me empezó a decir que me levantase. La tercera vez que me lo dijo, me levanté del banco. En cuanto estuve de pie, me soltó un puñetazo. Tan pronto ese hombre me pega, se levanta otro, un armario negro como de dos metros que estaba sentado al lado mío, y yo ya pensaba “hasta aquí llegué”… Entonces el enorme le dice al otro “Si lo vuelves a tocar, te parto la cara”. Y yo en shock.

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viernes, 24 de abril de 2015

Arma eficaz


Conocí a un judío que durante la primera guerra mundial, se halló con cuatro soldados austriacos en una trinchera improvisada en el frente occidental.

Comenzaron a llover granadas y metralla por todos lados.

En un momento una granada cayó a su lado y mató a sus cuatro compañeros.

Al terminar el primer misterio, sintió una inspiración que le empujaba a dejar el sitio en que se hallaba. Se arrastró por el barro y las piedras, dejándose caer en otra fosa. 

En aquel mismo momento otra granada explotó en el lugar que acababa de dejar.

Cuatro veces tuvo idéntica experiencia, y cuatro veces más salvó su vida de idéntico peligro. Prometió entonces dedicar su vida a Nuestro Señor y a su bendita Madre.
Terminó la guerra, pero aún continuaron sus padecimientos. Su familia fue quemada por Hitler. La promesa iba languideciendo y retardando su cumplimiento.

Por fin, yo mismo le bauticé y aquel soldado, que debía su vida a la Virgen, se está preparando para ser sacerdote.
Y continúa,  el mismo Fulton J. Sheen:

<<Todos los momentos ociosos de la vida pueden ser santificados gracias al rosario.
Cuando caminamos por la calle, al conducir un auto, mientras aguardamos que nos atiendan en el restaurante o en el café, mientras esperamos el tren… todos esos momentos pueden ser santificados o empleados para contribuir a la paz y tranquilidad íntimas, gracias a una plegaria que nos capacita para orar en todo tiempo y bajo cualquier circunstancia.
Si se desea convertir alguna persona a la plenitud del conocimiento de Nuestro Señor y de su Cuerpo Místico, enséñesele a rezar el rosario; Sucederá una de estas dos cosas: O deja de rezar esa oración, o logrará el don de la fe. >>

Título: La eficacia del Santo Rosario


Autor:  Sheen Fulton (Venerable) (The World’s  first Love  “El primer amor del mundo”, traducido por la Ed. Difusión, Argentina, 2ª ed., p. 208; El Siglo de las Misiones, enero 1954.)

Te invitó a orar. Hoy sábado Rosario Bloguero.
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