domingo, 16 de marzo de 2014

Pilares de la amistad.


Un amigo fiel es un refugio seguro; el que lo halla ha encontrado un tesoro. ¿Qué no daría uno por un amigo fiel? ¡No tiene precio! (Ecleciástico 6,14)

Al practicar la amistad he aprendido algunos principios, como los que señalo a continuación:

MEMORIA: Aunque hoy nos separe la distancia, debemos recordar siempre al amigo/a que en algún momento nos consoló, nos hospedó, nos animó... nos amó.

PRUDENCIA: Debemos respetar el horario de nuestros amigos. No invadamos su privacidad, creyendo que el ser amigos nos da derecho absolutos sobre sus vidas.

SINCERIDAD: No hay verdadera amistad sin una confianza plena. Todo tiene que estar sobre la mesa. Yo creo en la amistad, a corazón abierto.

HUMILDAD: Necesitamos la humildad para pedir perdón cada vez que nos equivoquemos. Necesitamos también amplitud de corazón para saber perdonar.

GENEROSIDAD: en la verdadera amistad no se busca recibir sino dar. Entre amigos entregamos nuestro tiempo, nuestro afecto, y nuestras oraciones. Colmado de felicidad o de sufrimiento, el corazón tiene necesidad de compartir.

Porque la alegría compartida es doble alegría, y el dolor compartido es la mitad del dolor.
Cuidemos de nuestras amistades; no las usemos.
Los amigos que se usan, se gastan; pero los amigos bien cuidados duran muchísimos años.

Autor: Madeline.



lunes, 10 de marzo de 2014

Padre Nieves. Mártir.


Beato Elías del Socorro Nieves Castillo.
10 de Marzo aniversario de su martirio.

"Nació en la Isla de S. Pedro, Yuriria (Guanajuato – México), el 21 de septiembre de 1882. Era hijo de Ramón y Rita, un matrimonio de modestos agricultores de profunda religiosidad.

De niño ya manifestó el deseo de ser sacerdote, pero a los doce años su padre era asesinado y tuvo que dejar los estudios para obtener algún dinero con el que contribuir al sustentamiento de la familia.
En 1904, no obstante su escasa preparación y a su edad adulta, consiguió ser admitido en el seminario agustiniano de Yuriria. Las dificultades por causa de los estudios iniciados, por quien a los veintiún años abandonaba las faenas del campo, fueron superadas con tesón y esfuerzo. En las provenientes de la carencia de recursos económicos y de su débil constitución física, nunca faltó quien le echara una mano. En reconocimiento a la ayuda de lo alto y movido de su filial devoción a María, al profesar en 1911 cambió el nombre de Mateo Elías por el de Elías del Socorro.

Ordenado sacerdote en 1916, ejerce su ministerio en diversas localidades del Bajío, hasta que en 1921 es nombrado vicario parroquial de La Cañada de Caracheo (Gto.), un poblado muy pobre en las estribaciones del “Culiacán”. En este centro, de escasos recursos económicos, desprovisto de servicios sanitarios y de escuela pública, no se limitó a la asistencia espiritual de su grey. Habiendo conocido el trabajo manual y la indigencia, no le pesaron ni las privaciones ni la pobreza, que compartió con ánimo generoso, jovial disponibilidad y confianza en la Providencia, infundiendo en ellos consuelo y esperanza cristiana, compartiendo sus anhelos y sufrimientos.

Fue precisamente durante estos años cuando nace el movimiento de los “cristeros”, que fue alcanzando formas de duro anticlericalismo. No había un poder central en la práctica, ni seguridad, ni esperanza en apelar a la justicia. Cualquiera podía hacerse con un arma y convertirse en “la ley”… Odio, rivalidad, lucha… y miedo en todos de que un día u otro un grupo de aquella gente pudiera llegar a cualquier pequeño rincón.

A finales de 1926 se llegó a la efectiva persecución de la Iglesia, pues el gobierno había publicado una drástica disposición de impedir cualquier actividad religiosa que no estuviese controlada por la autoridad civil. Si bien las cosas seguían con normalidad, cabía la posibilidad de que cualquiera se amparase en ello para atentar contra la religión. Todos sabían el riesgo.

El padre Nieves, que se mantuvo al margen de esta revolución armada, a pesar de su carácter tímido, se estableció por prudencia pero sin miedo en una cueva de un cerro cercano, asegurando así a sus fieles la asistencia religiosa, pues ellos no entendían la medida gubernativa.

El 7 de marzo, un destacamento llega buscando unos ladrones; siendo ya tarde, deciden pernoctar en la iglesia parroquial, cosa que rebeló a la gente. Los soldados pidieron refuerzos… Esta clandestinidad, llevada adelante durante catorce meses, finaliza la mañana del 9 de marzo, cuando se tropezó con un destacamento de soldados, a los que llamó la atención que bajo el vestido blanco de campesino se entreviera el oscuro que empleaba en su ministerio pastoral nocturno. Interrogado, declaró su condición de sacerdote, siendo arrestado inmediatamente junto con un par de rancheros, los hermanos Sierra, que se ofrecieron a acompañarlo.

Al amanecer del 10 de marzo de 1928, militares y prisioneros se pusieron en camino en dirección centro urbano de Cortazar,Gto.

En el primer alto, el capitán al frente del destacamento dio la orden de pasar por las armas a los dos hermanos, testigos incómodos, quienes después de confesarse murieron vitoreando a Cristo Rey.
Ya próximos al poblado, el capitán se dirige al Padre diciéndole: “Ahora le toca a Usted. Vamos a ver si morir es como decir misa”. El Padre le respondió: “Es lo justo. Morir por la fe es un sacrificio agradable a Dios”.

El P. Nieves pidió unos momentos para recogerse y prepararse al gran paso, que para él era como el ofertorio de una misa con Jesús. Él mismo rompió la tensión del momento, diciendo: “Estoy listo”. Mientras preparaban los fusiles, comenzó a recitar el credo y dijo con decisión: “Os quiero bendecir en señal de perdón”. Pero el capitán gritó: “Yo no quiero bendiciones. Me basta el fusil”. Y mientras el Padre tenía todavía la mano alzada para bendecir, le dispararon al corazón. Aún tuvo tiempo para gritar con claridad: “¡Viva Cristo Rey!”.

Enseguida la gente comenzó a venerarlo como a un santo mártir. La tierra manchada con su sangre ha sido conservada como reliquia; el lugar del fusilamiento fue de inmediato su santuario. Su sacrificio ha sido una ofrenda por la pacificación del pueblo

Sus restos descansan en la iglesia parroquial de La Cañada de Caracheo, Mpio. De Cortazar, Gto.

Fue solemnemente beatificado por el Papa Juan Pablo II el 12 de octubre de 1997.
ORACIÓN: 

“Oh Dios, que concediste a nuestro hermano el Beato Elías del Socorro Nieves la fortaleza para poder sellar con el martirio su vida consagrada a ti; concédenos, por su intercesión, dar testimonio con nuestra vida de la fe que profesamos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén."


 El lugar de su martirio, es una capilla al aire libre.


 Una cruz en el lugar del martirio.

¡Padre Nieves pide a Dios por Cortazar, Gto!

Fuente aquí, 

martes, 4 de marzo de 2014

Decálogo sobre cuaresma.



1. PREPARACIÓN A LA PASCUA
La Cuaresma es el tiempo que precede y dispone a la celebración de la Pascua.

2. LAS DIMENSIONES Y ÁMBITOS DE LA CUARESMA
La Cuaresma es tiempo de escucha de la Palabra de Dios y de conversión, de preparación y de memoria del Bautismo, de reconciliación con Dios y con los hermanos, de recurso más frecuente a las “armas de la penitencia cristiana”: la oración, el ayuno y la limosna (cfr. Mt 6,1-6.16-18).

3. LA CENIZA, SU SÍMBOLO POR EXCELENCIA
El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las Cenizas, que distingue la liturgia del Miércoles de Ceniza.
Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual.

4. TIEMPO PARA DEJAR LO SUPERFLUO E IR A LO FUNDAMENTAL
A pesar de la secularización de la sociedad contemporánea, el pueblo cristiano advierte claramente que durante la Cuaresma hay que dirigir el espíritu hacia las realidades que son verdaderamente importantes; que hace falta un esfuerzo evangélico y una coherencia de vida, traducida en buenas obras, en forma de renuncia a lo superfluo y suntuoso, en expresiones de solidaridad con los que sufren y con los necesitados.

5. TIEMPO PARA LA CONFESIÓN Y LA COMUNIÓN
También los fieles que frecuentan poco los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía saben, por una larga tradición eclesial, que el tiempo de Cuaresma-Pascua está en relación con el precepto de la Iglesia de confesar lo propios pecados graves, al menos una vez al año, preferentemente en el tiempo pascual.

6. EL SENTIDO DEL AYUNO CUARESMAL
La práctica del ayuno, tan característica desde la antigüedad en este tiempo litúrgico, es un “ejercicio” que libera voluntariamente de las necesidades de la vida terrena para redescubrir la necesidad de la vida que viene del cielo: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4,4; cfr. Dt 8,3; Lc 4,4; antífona de comunión del I Domingo de Cuaresma).

7. CAMINO CUARESMAL, CAMINO HACIA LA CRUZ
El camino cuaresmal termina con el comienzo del Triduo pascual, es decir, con la celebración de la Misa in Cena Domini. En el Triduo pascual, el Viernes Santo, dedicado a celebrar la Pasión del Señor, es el día por excelencia para la “Adoración de la santa Cruz”.
Sin embargo, la piedad popular desea anticipar la veneración cultual de la Cruz. De hecho, a lo largo de todo el tiempo cuaresmal, el viernes, que por una antiquísima tradición cristiana es el día conmemorativo de la Pasión de Cristo, los fieles dirigen con gusto su piedad hacia el misterio de la Cruz.

8. LO QUE ES Y DICE LA CRUZ DE CRISTO
Contemplando al Salvador crucificado captan más fácilmente el significado del dolor inmenso e injusto que Jesús, el Santo, el Inocente, padeció por la salvación del hombre, y comprenden también el valor de su amor solidario y la eficacia de su sacrificio redentor.
En las manifestaciones de devoción a Cristo crucificado, los elementos acostumbrados de la piedad popular como cantos y oraciones, gestos como la ostensión y el beso de la cruz, la procesión y la bendición con la cruz, se combinan de diversas maneras, dando lugar a ejercicios de piedad que a veces resultan preciosos por su contenido y por su forma.

9. ILUMINAR EL SENTIDO DE LA ADORACIÓN DE LA CRUZ DE CRISTO
No obstante, la piedad respecto a la Cruz, con frecuencia, tiene necesidad de ser iluminada. Se debe mostrar a los fieles la referencia esencial de la Cruz al acontecimiento de la Resurrección: la Cruz y el sepulcro vacío, la Muerte y la Resurrección de Cristo, son inseparables en la narración evangélica y en el designio salvífico de Dios. En la fe cristiana, la Cruz es expresión del triunfo sobre el poder de las tinieblas, y por esto se la presenta adornada con gemas y convertida en signo de bendición, tanto cuando se traza sobre uno mismo, como cuando se traza sobre otras personas y objetos.

10. LOS OTROS ASPECTOS DE LA PIEDAD POPULAR SOBRE EL MISTERIO DE CRISTO CRUCIFICADO

El texto evangélico, particularmente detallado en la narración de los diversos episodios de la Pasión, y la tendencia a especificar y a diferenciar, propia de la piedad popular, ha hecho que los fieles dirijan su atención, también, a aspectos particulares de la Pasión de Cristo y hayan hecho de ellos objeto de diferentes devociones: el “Ecce homo”, el Cristo vilipendiado, “con la corona de espinas y el manto de púrpura” (Jn 19,5), que Pilato muestra al pueblo; las llagas del Señor, sobre todo la herida del costado y la sangre vivificadora que brota de allí (cfr. Jn 19,34); los instrumentos de la Pasión, como la columna de la flagelación, la escalera del pretorio, la corona de espinas, los clavos, la lanza de la transfixión; la sábana santa o lienza de la deposición. Estas expresiones de piedad, promovidas en ocasiones por personas de santidad eminente, son legítimas. Sin embargo, para evitar una división excesiva en la contemplación del misterio de la Cruz, será conveniente subrayar la consideración de conjunto de todo el acontecimiento de la Pasión, conforme a la tradición bíblica y patrística.


Título original. Nuevo decálogo sobre Cuaresma y Piedad popular
La Cuaresma en el Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia
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