lunes, 17 de mayo de 2010

17 de Mayo
MARÍA, MADRE DOLOROSA
Nuestra Señora escuchaba las palabras de su Hijo, uniéndose a su dolor: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?” ¿Qué podía hacer Ella? Fundirse con el amor redentor de su Hijo, ofrecer al Padre el dolor inmenso -como una espada afilada- que traspasaba su Corazón puro.
Ofrezcamos hoy a nuestra madre, la Virgen María:
Soportar en silencio cualquier dificultad, dolor o pena, uniéndonos al dolor de nuestra madre. Podemos decir la siguiente oración:
“Quiero estar a tu lado, Virgen dolorosísima, fortaleciendo mi espíritu con tus lágrimas, consumando mi sacrificio con tu martirio, sosteniendo mi corazón con tu soledad, amando a mi Dios y tu Dios con la inmolación de mi ser”. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por sus comentarios, para mi son muy importantes.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...